Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina

Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina

El padre Cristóbal, nació en Mérida el 25 de julio de 1638, y fue bautizado en la iglesia de Santa Eulalia, como Cristóbal López de Valladolid, aunque es conocido como el Padre Cristóbal de Santa Catalina, ya que en 1670 profesó en la Orden Tercera de San Francisco de Asís, con el nombre de «Santa Catalina», posiblemente influenciado por la iglesia emeritense de Sta. Catalina, que había cerca de su domicilio, en la actual calle Baños.

En 1663 ya era sacerdote y ejerció como capellán de uno de los tercios de Castilla, en la guerra con Portugal. Pero la terrible derrota española en la batalla de Villaviciosa, o de Montes Claros, el 17 de junio de 1665, cerca de Vila Viçosa en Portugal, fue el detonante de su conversión a otro tipo de vida. Tras la batalla perdida, los soldados españoles y con ellos Cristóbal, iniciaron la retirada acosados por los portugueses. El grupo al que pertenecía fue atacado, degollando a algunos y haciendo prisioneros a la mayoría. Todo esto y algunos otros acontecimientos le llevaron buscando silencio y reflexión, al desierto del Bañuelo de Córdoba, como ermitaño. Tras pasar un tiempo de eremita en el desierto de Bañuelo en Córdoba, al bajar a la ciudad vio la miseria en la que vivía gran parte de la población, comenzando a trabajar en un Hospital, que le llevó, finalmente, a la creación, en 1673, de la Hospitalidad de Jesús de Nazareno, apoyado en la promesa que le hizo Jesús Nazareno: «Mi Providencia y tu fe tendrán esta casa en pie»  fundamento de la vida y obra de la Congregación.

Cuando murió en Córdoba, en 1690, toda la población se echó a la calle, acudiendo en masa a dar, su último adiós, al emeritense Cristóbal López de Valladolid, convertido desde hacía años en el «Padre Cristóbal de Santa Catalina”.

La reliquia del Beato Padre Cristóbal que está en la Basílica de Santa Eulalia, es una reliquia de primera clase. Se llama así, porque es parte de los huesos de Beato Cristóbal. Estos fueron extraídos, cuando se realizó la exhumación de los restos de su cuerpo, en la Iglesia de Jesús Nazareno de Córdoba, meses antes del acto de la Beatificación, en la Mezquita catedral el 7 de abril de 2013.

Según explicó Monseñor Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, la exhumación de los restos es el primer paso a la beatificación tras haber sido probada la heroicidad de sus virtudes, sacar, elevar el cuerpo del santo de la tierra hacia arriba. Así siendo elevado, sea mostrada su vida ejemplar, sus virtudes para imitarlo, venerarlo y darle culto.

 

 

 

 

 

 

 

Más información:

https://www.diocesisdecordoba.es/beatificacion-del-padre-cristobal/biografia-del-padre-cristobal

Carmelo Arribas Pérez

Mérida a 19 de enero de 2023