ALOCUCIÓN DEL PRESIDENTE EN LA ENTREGA DE LA IMAGEN DE SANTA EULALIA

Botoa, 4 de diciembre de 2020

Con su permiso mi General

Queridos Oficiales, Suboficiales y personal de Tropa que componéis el Grupo de Artillería de Campaña XI, es para este humilde “Artillero Honorario” un inmenso honor poder dirigirme a todos vosotros, en un día tan importante para el Arma de Artillería como lo es el de Santa Bárbara.

Pertenezco a una generación de emeritenses estrechamente vinculados al antiguo Grupo de Artillería Autopropulsada ATP XXI. Desde bien pequeño salía corriendo a la puerta de mi casa para verles pasar, con su paso firme, camino de la Ermita de “El Calvario”, cada Viernes Santo.  Tuve la dicha de realizar mi servicio militar en la Unidad de Transmisiones de este Grupo, y durante ese tiempo mi vinculación y admiración por el trabajo que realizan las Fuerzas Armadas españolas se multiplicó.

Ya formando parte de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia, recibiros cada año para acompañarnos en la Solemne Procesión del día de su festividad, me hacia rememorar esa especial vinculación.  Y cuando se me fue concedido el honor de presidir la Asociación de Santa Eulalia, esperaba con impaciencia la fecha del 4 de diciembre, para visitaros y juntos celebrar la festividad de Santa Barbara. Ese día era para todos los que os visitábamos desde Mérida un día muy especial, ya que desde que entrabamos en este acuartelamiento, añorábamos vuestra presencia entre nosotros, pero al mismo tiempo percibíamos que nuestra ciudad estaba muy presente entre vosotros, en vuestros uniformes, en vuestras insignias y guiones, y sobre todo en vuestros corazones.

Estoy convencido que vosotros sentís el inmenso cariño que las buenas gentes de Mérida sienten hacia este Grupo, cuando cada 10 de diciembre, festividad de Santa Eulalia, esperáis su salida de la Concatedral de Santa María, y la acompañáis por las calles de Mérida, para flanquear su entrada en su Basílica, rememorando una procesión que comenzó a celebrarse allá por el siglo VI, cuando Santa Eulalia era la Mártir más querida en aquella primitiva Hispania, convirtiéndose en su primera Patrona y protectora de sus ejércitos.

Imagen de Santa Eulalia entregada al GACA XI

Creo que cuando el Capellán Castrense D. Julio Rodríguez de la Horra, allá por el año 1947, sembró sobre la fértil tierra del Acuartelamiento Hernán Cortes, de Mérida, constituyendo la Fundación de Santa Bárbara y Santa Eulalia, era muy consciente de esa histórica primera protección de Santa Eulalia sobre nuestras Fuerzas Armadas, y esa semilla consolido fuertes raíces entre los componentes de este Grupo.  Nuestra Asociación, consciente de estos lazos que nos unen, desea reforzarlos, para que sintáis más próximo ese cariño que se os profesa en Mérida y para que la Virgen y Mártir Santa Eulalia extienda su protección entre todos los hombre y mujeres que formáis parte de esta Unidad.

Y para ello, decidimos hace un tiempo realizar las gestiones para que dispusierais aquí, en el acuartelamiento General Menacho, de una imagen de nuestra Santa Eulalia, para que la consideréis también como vuestra Santa Eulalia.  Así pues, después de muchas gestiones, de contactar con numerosos profesionales, encontramos un artesano en la ciudad de Totana, hermanada con Mérida por su común devoción a Santa Eulalia, que, con una especial motivación, ha realizado una talla de nuestra Mártir, que deseamos sea de vuestro agrado y que a partir de este momento encontréis en ella a una eficaz intercesora ante el Padre.

Ese es nuestro deseo, que sintáis a esta imagen de Santa Eulalia como algo vuestro y que confiéis en ella vuestras penas y vuestras alegrías, vuestros proyectos y anhelos. Confiad en ella y Santa Eulalia no os defraudará. Ese es al menos nuestro deseo.

Muchas gracias.

Luis Miguel González Pérez. Presidente de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia