Las catas arqueológicas, que se comenzaron en septiembre del 2024, con motivo de las obras que se iban a realizar, para construir la primera fase de la Ronda Norte de Córdoba, produjeron un hallazgo sorprendente, que nadie esperaba, la existencia de una Basílica dedicada a Santa Eulalia de Mérida. Las excavaciones se habían establecido en tres fases diferentes, en las dos primeras se encontraron lo que era previsible, los restos de un barrio islámico, pero la sorpresa fue en la tercera, en la que apareció un edificio, en el que todo parecía indicar que se trataba de una Basílica dedicada a Santa Eulalia de Mérida. Aunque se tenía constancia documental, de la posible existencia en Córdoba de una Basílica dedicada a Santa Eulalia de Mérida, hasta ahora no había aparecido. Incluso hay una alberca, de unos 50 metros, que identificaría la presencia de un baptisterio. Pero lo más curioso es que se trataría del único edificio, que se sepa, de uso y culto cristiano que fue construido en la ciudad durante la época islámica y el que se trate de una Basílica dedicada a Santa Eulalia, nos confirma la gran importancia del culto a Santa Eulalia, en toda España, en la época tardorromana y visigoda y que continuó tras la invasión musulmana, durante un período, época en la que todavía permanecían cristianos entre ellos. Incluso había un monasterio, junto a esta basílica, dividido en dos, posiblemente una parte para hombres y otra para mujeres, con claustros de columnas que dan acceso a un patio. No obstante, quedaría por localizar el ábside, tras encontrar también una alberca a unos 50 metros, identificada con un posible baptisterio. Según los arqueólogos, se trata de un complejo enorme que fue construido cuando Abderramán I, primer omeya, gobernaba Al Ándalus desde la ciudad y cuyo hallazgo, nos puede decir muchas cosas sobre la sociedad de los primeros siglos, del mandato musulmán. Entre ellas sorprende la grandiosidad de una Basílica, en una época en la que ya había comenzado la marginación y el acoso contra los cristianos, por lo que muchos se marcharon al norte, asfixiados por los impuestos que se cobraban mensualmente, por no convertirse al Islam. Incluso este malestar, hizo que se celebraran concilios incluso a instancias del emir o de la autoridad islámica para «tranquilizar» a la población cristiana, con la que en algunos periodos hubo «cierta tolerancia o pactos de funcionamiento», pero siempre considerados socialmente, por debajo de la población musulmana.


¿Cuánto aguantó esa Basílica dedicada a la santa más popular en aquel momento, Santa Eulalia? Se carece de datos, pero no creo que superara el final del siglo IX, ya que le último concilio, que se conoce realizado en Córdoba es del 862.
Puede que poco a poco el ser cristiano, fuera algo marginal, pero el hallazgo en un basurero del S. XII, de huesos de cerdo y de una concha de vieria, que la relacionaría con una peregrinación a Santiago, hace pensar en la existencia, de grupos cristianos, aunque quizás marginados, en la sociedad islámica cordobesa.

Los orígenes de la invasión islámica, de Hispania, acumulan una gran cantidad de posibilidades, algunas nos explican, el por qué prácticamente fue “un paseo”, “derrotaron al rey godo don Rodrigo en la batalla de Guadalete y en dos años se apoderaron de España.» y asíhasta el sur de Francia, “paseo” sólo interrumpido por la resistencia de algunas ciudades, altamente romanizadas, como Mérida, Huesca o Tarragona, que fue totalmente destruida. Mérida, cuando descubrió que prácticamente, estaba sola en la resistencia, habló con Muza y pactaron acuerdos de rendición. Así es que, les permitieron a los habitantes, de la ciudad, el marcharse hacia el norte, cuya influencia puede apreciarse en múltiples aspectos, desde las construcciones prerrománicas, hasta la toponimia y la adopción de Santa Eulalia, como patrona e hito de resistencia.

Tan es así, que tras la batalla de Covadonga, en la que nos cuenta Sánchez Albornoz “que los guerreros astures se encomendaron a Santa Eulalia en la batalla; en asturiano Eulalia es Olaya.”, la batalla definitiva fue la de “Olalies”, que inclinaría de modo firme la resistencia cristiana y que fue el comienzo firme, de la Reconquista.
Nos dicen los relatos de Luis Alfonso de Carvallo ( S. XVII) que “Munuza ( el Gobernador musulmán del territorio) les volvió el rostro, por parecerle que traían los Christianos, menos gente que él, como era la verdad, y porque ya le era forçoso pelear, por haberle nosotros alcançado. Tomaron los Christianos, por nombre y apellido, en esta batalla el de la bendita virgen Santa Eulalia y assi invocándola y apellidando Olalle Olalle, que así llaman en Asturias a esta Santa, vencieron los Christianos, al capitán Munuza y le mataron y desde entonces se llama aquel sitio el Valle de Olalles.”

Pero de todas estas cosas, y alguna más, ya escribiré en otra ocasión.
Carmelo Arribas Pérez