

Es el llamamiento de una persona por otra y su deber de responderle. Dios nos llama a todos, nos crea a todos por Amor y a todos nos llama al Amor. La verdadera vocación al matrimonio, incluye la exclusividad, fidelidad y la indisolubilidad. Requiere del convencimiento y de la madurez de los contrayentes; que entiendan que es para toda la vida, que desde el día de su boda son otras personas diferentes.
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